Cómo incorporar un color fuerte en tu look (sin perder equilibrio)
Sumar un color vibrante a través del calzado es una de las formas más fáciles y efectivas de transformar un outfit neutro. Un solo par puede darle vida a un look entero sin necesitar accesorios extra o combinaciones complejas.
La clave está en la proporción: dejá que el zapato sea el único protagonista de color. Cuando el calzado destaca, el resto del outfit debe acompañar. Elegí prendas en tonos neutros —blanco, negro, beige o gris— para crear una base limpia que permita que el color en los pies se vea elegante y no excesivo.
De esta manera, el zapato se convierte en un punto de foco moderno y sofisticado, capaz de levantar un look simple y hacerlo sentir pensado, actual y con intención.
Un último consejo
Si estás buscando sumar un par en un color distinto a tu guardarropas habitual, empezá por tonos que te resulten versátiles: rojos profundos, verdes intensos o azules brillantes funcionan muy bien como acentos sin perder armonía. Son colores que se integran fácilmente y te permiten jugar más con tus looks de todos los días.
Incorporar color no tiene por qué ser difícil: empezá por los pies y dejá que el resto acompañe.
